¿Qué fue de ellos?

viernes, 27 de julio de 2007 en 23:38
Calor. Nos hemos despertado antes de lo que queríamos por culpa del calor. Ayer eramos las dos últimas tiendas de nuestra fila cuando nos fuimos a dormir. Cuando despertamos, estábamos en todo el centro. Mientras dormíamos siguió llegando gente y el número de tiendas se triplicó. Hay tiendas por todas partes. Donde antes solo estaban las dos nuestras ahora hay cinco más. ¡Siete tiendas en el espacio de dos! Hemos pasado de tener una pequeña terracita para las comidas y las siestas a tener 5 cm entre tienda y tienda para poder salir . Y como ninguno de los que vamos tenemos ni idea de acampar, hay que tener mil ojos para no pisar una de esas piquetas que sobresalen 10 cm del suelo.

A las 10 era imposible permanecer dentro de la tienda. Ni si quiera con las dos puertas abiertas. La única solución... ¡A LA PISCINA! Está muy bien la piscina municipal de Alburquerque. Dentro del recinto hay una piscina enorme cubierta, otra más pequeña para niños que la gente usaba para mojarse los pies, una explanada enorme de césped con partes de sol y de sombra para tumbarte a descansar después de los largos y un bar que da a la parte de dentro y a la de fuera del recinto, por si quieres una "maceta" sin entrar a la piscina. Dan menú y todo pero preferimos ir al restaurante a comernos nuestros bocadillos (que triste).

Y a las nueve concierto.

Después de recorrer el aburrido camino hacia el
castillo preguntando a los "nativos", llegamos al recinto del festival, detrás del castillo. Lo primero al entrar, las bebidas fuera. Demasiado optimistas, así que a beberse las "macetas de calimocho" (así llaman a los cachis de tinto de verano) atragantaus. Cuando ya nos dejaron entrar nos regalan dos chapas cutrillas pero que venían bien.

Muy puntuales, un cuarto de hora de retraso como mucho, empezaron Plastica. Son unos portugueses con un rollo entre Placebo y Oasis (mezclada con un tema suyo, hicieron una versión de Bittersweet Symphony de The Verve, que por cierto, también vuelven este año). Con las pintas que llevan y la música que hacen animaron bastante el inicio del festival. Estos no hicieron versión de Los Brincos ni nada pero ni falta que hacía, bastante tiene el cantante con estar a 44 grados y con ese gorro encima.

Los segundos en tocar fueron El Alpinista. No es de mis grupos favoritos, pero como pidieron un aplauso para Sexy Sadie pues me caen bien. La gente cuando más se movió fue durante la versión de Los Brincos y a mi lo que más me gustó de su concierto fueron las fotos que los saqué y las burbujas que flotaban en la parte final del concierto.

Y llegó el primer plato fuerte de la noche a las 23:17 exactamente (estaba programado para las 23:15, la puntualidad es increíble). Suena la musiquilla de presentación y una voz que dice "...Contempopranea 2007 te presenta a Grupo de Expertos Solynieve" y aparecen Jota y todos los demás, incluida una botella de tinto a la que Jota no da tregua. El concierto buenísimo, incluyendo uno de sus nuevos temas que saldrán en el próximo disco.

No nos habíamos repuesto de los Solynieve cuando llegó a lo tonto el mejor concierto de la noche. Ahí estaba Xoel entrajetado al más puro estilo Mod con una preciosa guitarra negra a juego. La gente se enloquecía cantando los temas de Deluxe, que invitan bastante al griterío ("Hey, hey, hey"). La banda que acompaña a Xoel es buenísima y los arreglos de los metales para temas antiguos brutales, les dan un toque distinto siendo las mismas canciones de siempre, le daban mucha fuerza. Y esa fuerza no se perdía ni si quiera cuando tocaba Xoel solo con su guitarra y armónica, así acabamos...

Ya parecía que la cosa no podía ir a más y van y salen La Habitación Roja, que salían acelerados, igual que estábamos todos y es que es normal después de lo que había pasado minutos antes. Pero si hay alguien acelerado de por si, ese es el bajo de La Habitación Roja, que no le hace falta mucho para tirarse todo el concierto pegando saltos y haciendo malabares. Cuando tocaron "Crónico" ya fue el apoteosis y que decir cuando Jorge se lanzó al público. A mitad del concierto más de uno se intoxicó con tanto polvo que se levantaba con los saltos y bailes de la gente. Yo llegué a la tienda con la boca hecha barro.